jueves, 1 de febrero de 2018

Mercado de invierno

¿El nuevo ídolo del cordobesismo?


Francisco Javier Gómez Izquierdo

       Que la salvación del Córdoba CF es asunto milagroso no ha de sonar a novedad, pues he perdido la cuenta de los domingos que hace que lo venimos avisando en Salmonetes... No era opinión personal catastrofista como se demostró en la tarde de ayer 31 de enero, fecha que el mundo del fútbol debía considerar como el de su mayor Feria e instituir a San Metrano y San Geminiano, ambos con nombre de defensa central, como patronos de urgentes transacciones. San Juan Bosco, que también es el día, está en lo suyo con sus salesianos. Ayer el Córdoba fue uno de los equipos más mirado y remirado de los feriantes, causando una singular expectación y renovando el tradicional optimismo del aficionado al fútbol.

      La tardanza en la venta del club, la más que aparente ruina deportiva  y la falta de tiempo para negociar fichajes hacía imposible una solución que nos diera esperanzas, pero los compradores se han comportado como nadie esperaba. El tope salarial del Córdoba no permitía gastos, por lo que se ha  tenido que vender a muchos jugadores (sigo sin comprender lo de Jaime Romero) para poder contratar hasta nueve nuevos, llamando la atención del fútbol español el evidente sorpresón del fichaje de José Antonio Reyes, uno de los futbolistas de mayor calidad en la historia de Primera División.

      La noticia del utrerano, pensaba uno que retirado por estar sin equipo, revolucionó a los cordobesistas que se arrimaron a El Arcángel a comprobar que no se les seguía engañando como solía hacer Carlos González y allí estaba él repartiendo optimismo y cumpliendo la promesa, o mejor el sueño del padre, de ver al hijo vestir una camiseta verdiblanca. Va a tener que ser blanquiverde, don Francisco, que no es lo mismo aunque suene parecido.

      Un servidor quiere dejar constancia que no ve otra manera de reconducir un barco totalmente a la deriva, pero al fijarme en el resto de las incorporaciones, no acaban de convencerme del todo más de dos y más de cuatro. Mas que nada por falta de referencias a pesar de venir con cierta edad y que conste que a veces ocurre que un futbolista no cuaja en una temporada en un equipo y se sale en otro en la siguiente. Quim Araújo por ejemplo, que no jugaba en el Albacete y al que vi excelentes condiciones en la fase de ascenso con el Valencia B, podría ser una excelente sorpresa porque creo que hay talento. Como el de Jaime Romero, del que nos desprendimos hace quince días y en el Lugo marcó el gol del triunfo contra el Spórting a los dos minutos de pisar el césped. El acierto le valió la titularidad contra el Cádiz  (1-1 en el Carranza) la última jornada.

      En fin, la mayor carencia la teníamos en defensa y aunque a mí no me disgustaban los centrales del Fuenlabrada Cata Díaz y Armando, firmo el conforme con Aythami, creo que en decisión acertada, y los dos o tres meritorios de menor fama pero que me merecen más confianza que el blando Joao Alfonso o el indescriptible Loureiro.
      
No sé. Lo sigo viendo todo muy negro. Dicen que contra el Barça B ya no hay asientos libres -las entradas son casi gratis-, que hemos de transformar El Arcángel más que en una caldera, en un auténtico infierno... y que de aquí no se puede llevar nadie un punto. Si la determinación de estos últimos días sigue firme, es hasta posible que allá por junio, celebremos milagro.