jueves, 8 de febrero de 2018

La trena

Feminismo del 42

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Después de llamar “excepcional” a su vicepresidenta, el ministro La Serna llama a un tren “Eva”, y ya vemos con cuánta razón decían los nihilistas de Dostoyevski que todo eso del feminismo no es más que falta de originalidad.

“Entre los juncos y la baja tarde / ¡qué extraño que me llame Federico!”

Entre Los Monegros y la baja Alcarria, ¡qué extraño que un tren se llame Eva!, pero es que eso, dirán los arbitristas del Ministerio, lo convierte en trena, y nos evitamos el machismo de Manolo el del Bulto, padre de Manolo Caracol, gritando en el andén de Atocha al tren que le resopla a la cara lo de “¡Esos cojones, en Despeñaperros!”, sustituido por Puigdemont corriendo por ese mismo andén al grito de “Pas, si us plau, que arribo tard a la trena!”

Ruskin, que odiaba el tren porque llevaba a la tranquilidad del campo el horror de la ciudad, aplaudiría con las patillas, si viera a esta “Eva” ferroviaria llevar al delta del Ebro el feminismo mariano. Ruskin, después de todo, es un Méndez de Vigo victoriano que para resolver la “cuestión social” propone el reparto de macetas (“flower’s pots”) entre los “desposeídos de la tierra”, igual que una vez Agustín Ibarrola, a modo de compromiso, propuso a mi amigo Bonifacio repartir grabados a los obreros de los Altos Hornos a la salida de los turnos.

Coño, Agustín. ¡Que nos van a tomar por m…! –fue la objeción del pintor (¡cuando todavía se podían hacer objeciones al “mainstream”!)

Adán llamó a su mujer Eva, que significa “vida”, y Eça de Queiroz pinta a Adán con la cara apoyada sobre el muslo de Eva, y a Eva (“los dos pechos del color del madroño, con una pelusa rizosa bordeando la punta, que se erguía, endurecida”), rascando con dedos ágiles el torso de Adán.
Pero si el ministro llama a su trena “Eva” es porque para el marianismo significa “paridad”, y en el rostro equívoco del ministro se confunden Adán y Eva: es un ministro adámico y ávico. El arbitrismo hace de serpiente, y su propio cargo, de manzana.