lunes, 25 de diciembre de 2017

Gloria a Dios en las Alturas y Paz en la Tierra a los Hombres de Buena Voluntad

C.R.



Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía
abrazado con su esposa,
que en sus brazos la traía;
al cual la graciosa Madre
en un pesebre ponía
entre unos animales
que a la sazón allí había.
Los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,
festejando el desposorio
que entre tales dos había.
Pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía;
que eran joyas que la esposa
al desposorio traía.
Y la Madre estaba en pasmo
(de que él) tal trueque veía:
el llanto de el hombre en Dios,
y en el hombre la alegría;
lo cual de el uno y del otro
tan ajeno ser solía.