jueves, 20 de abril de 2017

May

El Cid

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

La reacción más inteligente al anuncio electoral de Theresa May es la de un Martínez en Tuiter, foro por el que, poco a poco, hace mutis, qué pena, Donald Trump:
Elecciones en Reino Unido el mismo día que torea El Cid en los Isidros. Ahí ha estado muy fino Putin eligiendo fecha (?).
No se puede resumir mejor el Zeitgeist en que la prensa culta nos ha venido educando durante los últimos seis meses, que es lo que hoy dura una era.
Según ese Zeitgeist, Putin sería al mercado electoral lo que Jorge Mendes al mercado futbolero, de manera que aquí no hay candidato político que se mueva sin el permiso de sus “hackers”, camuflados en algún lugar de Rusia.
En los tiempos en que Chamaco toreaba todas las tardes en Barcelona, para anunciar la inclusión de Curro Puya en un cartel el genial Curro Fetén tituló: “En la feria de Chamaco, Curro Puya pone una caseta”.

En la feria de Putin, Theresa May pone una caseta –sería ahora el titular de la prensa culta, si la prensa culta fuera coherente con su propio discurso, pero sea que a Putin no le interesa ya May, o sea que a la prensa culta no le interesa ya Putin, los británicos (“a race of tough seamen”) se embarcan en elecciones al margen de cualquier cálculo partidista para poder correr a gusto la gran aventura del Brexit (“of Europe, not in Europa”).

Hay dos ideas inconcebibles para la mentalidad socialdemócrata: una es la segunda enmienda de la Constitución americana; y la otra es la cultura política inglesa. No se hace raro encontrar cipotudos demócratas hispánicos que tienen a David Cameron por gilipollas sólo porque convocó el referéndum de Escocia, obligado por la Historia, y el referéndum del Brexit, obligado por la tradición. Aquí se concibe mejor la democracia platónica: “Surge cuando los pobres, lograda la victoria, ejecutan a una parte de los adversarios, destierran a otra parte, pero con los demás comparten el Estado y dejan que la suerte determine la autoridad entre la parte predominante.”