martes, 18 de noviembre de 2014

Fray Escoba


Tom Wolfe con Moe


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

Para compensar la humildad de Torres Dulce, Madrid estrena estatua a Blas de Lezo (“¡Fuego! ¡Fuego! ¡Fuego!”), y para aliviar la crispación nacional, Ana Pastor ha interviuvado, ¡hummm!, al torete Pablo Iglesias, un “Juampedro” de los de faena sin riesgo, el muñeco del baloncesto americano para distraer al público en los tiempos muertos.

Somos la escoba del Pueblo –proclama Pablemos urbi et orbi.
Qué “jodío” el Fray Escoba, más viejo que Los Sírex y ya con su castita de ochenta tíos y tías (Echenique, por moverse, no salió en la foto) dispuestos a llevarse, dicen, lo que quede del Régimen de la Transición, y puede que ésta sea la única verdad que han dicho.

¿Cuántos políticos españoles aguantan una interviú como la de Pablo Iglesias? –pregunta al aire de su Twitter la Pastor, más clueca que Torres Dulce.

La verdad es que, después de Ana Pastor, a Pablemos ya sólo puede interviuvarlo Tom Wolfe, el reportero que mejor ha descrito el frikismo progre. En el 69 fue a San Francisco para conocer a los Wah Ching, que se vendían como los Podemos de Chinatown, y se encontró con los Guardia Roja, colegones de los Panteras Negras, es decir, la Izquierda Unida del lugar: tenemos el Libro Rojo, el Presidente Mao está con nosotros…
Pero los Wah Ching pasaban de benefactores ideológicos (“esos de la Guardia Roja nos llamaban ‘piojos chinos’ cuando llegamos a este país”) que se les acercaban haciendo el número del proletario. 
Y Wolfe descubrió que todos aquellos tipos poseían un concepto definitivamente anticuado de lo que era la vida en la calle.

No eran soldados ni políticos, sino sencillamente actores.
A Wolfe debemos también la observación del gran fenómeno inexplicado de la astronomía moderna: “Esto es, que la tenebrosa noche del fascismo se cierne siempre sobre los Estados Unidos, pero toma tierra únicamente en Europa”.

Quizás porque en América, al ser una democracia, hay la décima parte de tontos (y nolacos) que en Europa.