viernes, 8 de noviembre de 2013

Telepollas


Cela, creador de la plabra "telepollas"

Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Camus, se nos recuerda por el Google, cumple cien años, y las aceras de Madrid parecen las de Orán en el año de la peste camusiana, porque los piquetes sindicales se han puesto, al fin, a trabajar, aunque sea vaciando en las aceras los cubos de basuras, lo que obliga al transeúnte a caminar con la vista arriba, donde los espumillones de Ana Botella, perdiéndose (el transeúnte, no la Botella) los mostradores de los kioskos con la campaña navideña de Casillas (“Ponga a Íker de titular”) patrocinada por el sindicato de prensa, que tapa la noticia del día, que es el cierre de la TV de Valencia, cuna de “Tómbola”, primer recorte serio (¡útil!) del gobierno recortador.

    Cela, maestro del idioma, creó la palabra “telepollas” (lo cuenta Alcántara en su prólogo a Ruano) para designar a los fatuos sacamuelas de TV.

    Cuando el profesor Clavero Arévalo dijo “¡café para todos!” en la inauguración de la España autonómica, las 17 autonomías entendieron por café una vara de mando (y de nardo), una Caja de Ahorros y un manojo de telepollas para contarlo.
    
La TV será fatal para la cultura –avisaba Foxá en el 51–. Los libros serán un mero adorno de los estantes, y su elección se confiará a los mueblistas y decoradores.
    
Valencia ha cerrado su TV, pero esto no la convierte en la nueva Atenas de Pericles, que sería Fabra. Para eso habría que cerrar también la Universidad, esa TV de los cursis.
    
La TV de los cursis es, como su propio nombre indica, el colocadero de los cursis de la “famiglia”, y la TV a secas, el colocadero de la “famiglia”… a secas.
    
Quitándonos de TV y de Universidad públicas, nos quitamos de cursis y telepollas, y los contribuyentes podrían regresar a los felices días en que podían quitarse la declaración de renta.
    
Cuando yo estaba tan contento –contaba Ruano a Alcántara–, creyendo que era un lector mío, ¿sabes que me dijo el muy cabrón del taxista? Que me conocía de la tele.
    
Mejor anónimos que arruinados.