miércoles, 28 de agosto de 2013

Miércoles, 28 de agosto

AMNISTÍA

Le interrumpió un toque de clarín. Era, según las reglas del “concurso de ganaderías”, la señal de que el ganadero preguntaba si el público perdonaba la vida al toro, para conservarlo como semental y fundador de linaje. En un minuto la plaza se nevó de pañuelos. Se había producido una de las grandes fruiciones sentimentales españolas: la amnistía. El torero, después de haberse emborrachado de jugar con su colaborador matemático, se perfiló, arrojó la espada al suelo y... “se tiró a vivir” rozando con la punta de sus dedos inofensivos los más altos rizos negros del bicho perdonado.
EL “SÉNECA” Y EL TORO PERDONADO, 1955 / JOSÉ MARÍA PEMÁN
LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2006
Ignacio Ruiz Quintano