miércoles, 29 de agosto de 2012

Talegología


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    Que el talego es un invento para pobres no tiene que ver con la demagogia, sino con la vida. En Córdoba hay un tanito, Diego J., comiéndose desde 2010 una condena de dos años y cuatro meses por robo de gallinas en grado de tentativa en una finca de Jaén.

    Esta España es el Ecce Homo que nos dejó Zapatero, aquella Cecilia (Giménez) de León, que para las cosas de las sinjusticias delegaba en Rubalcaba, quien, a su vez, delegaba en un científico a la española, Santalo, su Clouseau.
    
El lado humanitarista de Rubalcaba puso en la calle al carnicero Chaos, y el lado humanitarista de Fernández, su digno sucesor, ha puesto en la calle al gudari Bolinaga, que se queja de un riñón.
    
En “Nestepaís”, Chaos y Bolinaga son gente de izquierdas. Un poco loca, a lo mejor, pero de izquierdas. De hecho, una vez en la calle, en vez de darse, como fascistas, al vino, Chaos podría establecerse en una ikastola en la Karakas de Chávez, y Bolinaga, en la excavación de alguna sima en otra Atapuerka para arkeólogos en camiseta kukuxumuso.

    –El artículo-gatera de Bolinaga dice enfermos con padecimientos incurables y septuagenarios –me explica mi talególogo, o experto en taleguerías–. Pero ya ves a los de Puerto Hurraco. El alto y cano murió en la prisión de Badajoz de muerte natural… El otro se ahorcó en su celda de enfermería porque no le pusieron en libertad, pues le aplicaron la doctrina Parot el día que cumplió veinte años de una condena de vinticinco sin disfrutar ni un sólo día de permiso: tenía preparadas sus cosas para salir, medio ciego, con más de 70 años y muy delicado de salud… Resumiendo: doctrina Parot para los Izquierdo y tercer grado para los Parot.

    Cualquier día de estos detienen a Ruiz Mateos.