jueves, 16 de agosto de 2012

Banderas


Ignacio Ruiz Quintano
Abc

    La prueba de que los toros son una fiesta culta es que la juventud Logse huye de ella como Drácula de los escapularios. Pero la procesión (que es decir la genética) va por dentro, y esa rama montaraz de la eterna picaresca española que es Bildu lo sabe. Y necesita prohibirlos, surfeando, eso sí, sobre la ola progre, muy animada con las “boutades” del viejo Ferlosio jugando a “Tambor” de un “Bambi” que ya cumplió los 70.

    –Las víctimas del terrorismo explotan a sus muertos y los venden al kilo –es una de esas “boutades” de conejo de nariz rosada.
    
El sevillano Antonio Barrera ha salido en San Sebastián con una “ikurriña” por muleta, como salió en Barcelona con una “senyera”. Contra Tejero, en Madrid, sacó Chocolate una muleta con un “Viva la Constitución”. Y en el 36, en Sevilla, en corrida “a beneficio de la ropa del soldado”, tiró Manolo Bienvenida de un “Viva España” en la muleta que acarreó el arresto de su familia en Madrid, luego rescatada con dinero por un catalán anónimo.

    País de gestos, España, incluidos los de Bildu con los toros, que en el caso de los presos degeneran en mueca.

    –Estos presos suelen engordar en las huelgas de hambre –me dice un buen conocedor de la picaresca etarra–, excepto Chaos, que se puso animalote esperando promesas de don Alfredo. Se ponen farrucos para intimidar al Gobierno. El periodismo progre hace palmas y parece que dice no, pero dice sí.... y los presos le dan al atún y los calamares Isabel. Para huelgas de hambre, las de los Grapo.
    
Y, entre tanta mueca, la sencillez antiferlosiana de Ángeles Pedraza sobre el cáncer del torturador de Ortega Lara (532 días en un agujero de 2 x 3 x 1,80): “Yo también lucho contra el cáncer, pero no tengo a mi hija para cuidarme”.