miércoles, 4 de julio de 2012

Ciencia económica (Una respuesta a Elvira Rodríguez)

De vuelta a Gamonal, Burgos

Francisco Javier Gómez Izquierdo

Un cerril pueblerino llama mercenarios a los que salen de la aldea en busca de  civilización y una estulta desprecia a los que sufren porque no los cree merecedores de justicia. El cerrilismo y la estulticia son barajas que entretienen mucho en el cuarto de la tele, captando más adeptos de lo razonable entre los que adoran los cencerros y los educados en la FEN progresista.

      Está escrito: un patriota es aquél que ama a su país incluyendo sus defectos y un nacionalista el que cree que su país es superior a todos los demás. Para el nacionalista, cualquier anteiglesia es país y el vecino además de tonto, no es de fiar.  En España tenemos gran variedad de boinas admirando chopos en las riberas y bellotas en las encinas y no sorprende ya el berrido en el valle. ¿Que no?  Una señora que sabe mucho de Economía -eso de saber mucho de Economía habría que saber en qué consiste- ha quedado cautivada por el silbo rupestre, y despreciando razones, sucumbe a la cariñosa intimidación con sabor a calimocho de los hombres del porvenir. Esta señora que no entiende ni el padecimiento ni el idioma del secuestrado Ortega Lara tiene una idea de Estado que imagino pasará por el truco económico de colocar los pasamontañas en el Presupuesto y enviar a los Ortega Lara al ostracismo.

     Ortega Lara es de la parte de Aranda y se crió entre nosotros en Gamonal. Si bien el barrio imprimía carácter, a la gente de Aranda no le está permitido sentir miedo y buscando la mantenencia opositó para empleado público. La ETA creyó secuestrar al Estado español cuando metió al funcionario en aquella perrera y la señora economista cree que el Estado se fortalece con funcionarios menesterosos. Dos caminos semejantes salidos de parecidos cerebros.

     ¿Cómo negar a la economista que sobran funcionarios? Cuando la ETA los mataba nadie envidiaba el sueldo del picoleto. Modificada la asesina estrategia, la economista azupa al vulgo contra el sueldo fijo sin reparar en esa parentela tan numerosa como las arenas de la mar que gasta calefacción y aire acondicionado en despachos a los que ha llegado con el mérito familiar que tantas ollas llena en España. Esos cientos de miles son los que sobran. En Andalucía sin ir mas lejos y en un rasgo de austeridad que le honra, se acaban de colocar unos pocos parientes directos de los “arrecogíos” del señor Valderas. He puesto pocos parientes, que los muchos llamaría a escándalo, y así queda en lo corriente.

     Ortega Lara hizo Magisterio, lavó la cara del Arco de Santamaría, creo que también estuvo en la limpieza de los gallineros de Castañares, vendimió, tomó vinos con nosotros por la calle de Vitoria y se presentó a las oposiciones de funcionario de prisiones. Aprobó, trató a todo tipo de delincuentes, conversó con etarras y algo aprendió de sus manías y delirios. Siguió estudiando en busca de conocimientos... y le secuestraron durante 532 días.

      Señora Economista -¿de qué trata su ciencia?-, funcionarios como Ortega Lara no sobran... y tienen mucho más que decir que usted.

"Ortega Lara hizo Magisterio, lavó la cara del Arco de Santamaría"