sábado, 9 de junio de 2012

La cogida de Ignacio Sánchez Mejía

 (De la exposición en Las Ventas)



 Gregorio Corrochano
Abc, 12 de agosto de 1934


Manzanares, 11, 7 tarde.- Con buena entrada en la sombra y regular en el sol, se celebra la corrida de feria, lidiándose ocho toros de los Sres. Ayala, para Simao da Veiga y los diestros Sánchez Mejía, Armillita y Corrochano.
 
Sánchez Mejía substituye a Ortega, lesionado aún por el accidente de automóvil.

Al hacer el paseíllo las cuadrillas, se oyen muchos aplausos.

Primero. Hermoso ejemplar y muy bravo. Simao da Vega luce sus dotes de caballista y el público le aplaude, aun cuando al rejonear no esté tan afortunado. El encargado de pasaportar al bicho es Punteret, quien da unos muletazos valientes, pincha tres veces y descabella.
 
Segundo. Negro y mayor que el anterior. Simao lo rejonea con lucimiento y es ovacionado. Al banderillearlo después, monta la famosa jaca torera, y coloca dos pares a dos manos muy buenos.
El público ovaciona, al retirarse, a Simao y le obliga a saludar desde los medios.
Punteret muletea decidido, deja una estocada y descabella al segundo intento. (Palmas).
 
Primero. Lidia ordinaria. Es negro y dobla muy bien. Sánchez Mejía lo torea por verónicas, muy valiente y es ovacionado al rematar con media muy ceñida. El toro acude con codicia a los caballos y en quites se lucen los tres espadas.

COGIDA DE SÁNCHEZ MEJÍA

Sánchez Mejía desafía al bicho, sentado en el estribo, dando un pase escalofriante; al repetir, es enganchado por la ingle y volteado horriblemente, saliendo suspendido y dando la impresión de una grave cornada.

Armillita aliña al bicho y, de media estocada, lo termina.

En un principio, el aparato de la cogida de Sánchez Mejía, hizo temer algo fatal.

Segundo. El toro llegó algo aplomado por exceso de puyazos; pero suave para la muleta y Armillita lo aprovecha para hacer una gran faena, con pases de todas las marcas; se arrodilla y en esta posición da ocho o diez muletazos, agarrando al toro por los pitones. En cuanto iguala, entra derecho y cobra media en las agujas, que mata sin puntilla. (Ovación, rabo y vuelta al ruedo. También se da la vuelta al toro, en medio de una clamorosa ovación).

Tercero. Berrendo muy bravo. Corrochano veroniquea muy valiente y artista y es ovacionado. El toro, que es muy bravo, toma las varas con poder, recargando en todas ellas. El público ovaciona al bravo animal, así como a Armillita y Corrochano, al quitar con mucho lucimiento. (De la enfermería llegan noticias de que la cogida de Sánchez Mejía, aun cuando muy grave, no es todo lo que pareció en los primeros momentos.)

Corrochano muletea valiente; lo dispena de media estocada.

Cuarto. Corrochano lancea bien, aplaudiéndosele en los quites, lo mismo que a Armillita. Alfredo hace una faena muy valiente, dominando al toro, y entrando derecho cobra una estocada entera y descabella. (Hay palmas para el toro y el torero).

Quinto. Es bravísimo. En quites se lucen los dos espadas. Armillita lo banderillea de modo superior, y luego, a los acordes de la música, hace una gran faena, rematada con un volapié colosal. (Ovación, oreja, vuelta al ruedo y el delirio. Al toro también se le da la vuelta al ruedo.)
 
Sexto. Negro y de preciosa lámina. El toro llega peligroso a la muleta, y Corrochano lo aliña brevemente, matándolo de dos pinchazos hondos.

LA HERIDA DE SÁNCHEZ MEJÍA

El parte facultativo de la herida de Sánchez Mejía dice lo siguiente:
 
Durante la lidia del tercer toro ingresó en esta enfermería el diestro Ignacio Sánchez Mejía con una herida penetrante en la región antero-interna del muslo derecho, de dirección ascendente, y de unos doce centímetros de profundidad. El pronóstico es grave.

Practicada la cura al diestro, operación que fue larga y dolorosa, y para la que hubo necesidad de aplicar varias inyecciones al herido para reanimarle, ya que la pérdida de sangre había sido grandísima, se logró que recobrase la pulsación normal. Se halla instalado convenientemente en la propia enfermería, y los médicos dicen que, aun cuando la herida es muy profunda, no es de la gravedad que se creyó en los primeros momentos, confiando en que, de no sobrevenir complicaciones, la curación no será laboriosa.
Se ha pedido a Madrid, telegráficamente, una ambulancia sanitaria, que se espera llegue a media noche, para trasladar al herido a Madrid, que irá acompañado de un médico de esta plaza.

LAS TAURINAS DE ABC
EDICIONES LUCA DE TENA, 2003