viernes, 20 de abril de 2012

Semifinales

Elegidos para el triunfo

Francisco Javier Gómez Izquierdo

No entiendo el repentino canguelo de los “¿analistas?” que del fútbol viven, ante una derrota necesaria para engrandecer la gloria que merece una competición de la que se ha apoderado el fútbol español. Madrid y Barça pueden perder en Múnich y Londres. Hacerlo de manera decorosa no debiera suponer afrenta, pero... al malacostumbrar a sus aficiones, no hay partido en el que no se les exija victoria y goles. 
Son los dos mejores equipos del mundo y van a jugar la final de la Copa de Europa después de eliminar al Bayern y al Chelsea. Tengo el convencimiento de que va a ser así y después de ver el primer partido de semifinales, más firme permanece mi fe.

   Que el Barça acabe un partido sin colar un gol como mínimo, es circunstancia  que va contra la naturaleza de su juego y no cabe la probabilidad de que se repita tal acontecimiento, a no ser que la diosa Fortuna se empecine en proteger la portería de Cech , pero me da que la ayuda divina se agotó ayer en Londres.
    
La plantilla del Real Madrid es infinitamente superior a la del Bayern y no ganar en el Bernabéu no cabe en cabeza humana. Personalmente creo que Mourinho no debe obsesionarse con el peligro alemán. El míster debe salir a ganar. Como si el Bayern fuera el Rácing de Santander. Sin novedades que ya no sorprenden y con la certeza de que sólo cabe el triunfo. Con Marcelo metiendo miedo y... si Özil no está, pues que venga otro. Özil tiene un descomunal talento, pero en las grandes ocasiones se le oxida,  resintiendo peligrosamente las palancas del engranaje madridista y demostrado que no es capaz de echarse el equipo a la espalda cuando el río crece. Özil es la luz que guía... en los arroyos.
 
       Pasado mañana podremos ver el ensayo general de lo que ha de ser la final de la Copa de Europa. Espero que tanto Guardiola como Mourinho confirmen lo que con tanto mérito han emperejilado y no les dé por inventar tácticas estrafalarias que desconcierten a sus ejércitos. Ganar ó perder es parte del juego. Tanto uno como otro son los amos de la baraja. Chelsea y Bayern han de ser meros comparsas. Ilustres, pero comparsas...