viernes, 23 de diciembre de 2011

Madrid-Taiwán, 30. La Ley de la Bicicleta de Gallardón

Víctima

Pepe Campos
Kaohsiung / Taiwán

Después de haber dejado a Madrid como unos zorros de pinreles y de bicicletas, con la Generación Mejor Preparada de la Historia circulando por doquier, en todo momento, con afán, con sudores que no gastan en un trabajo -que no les ‘dan’, que no tienen- ínterin por los carriles gallardonianos de la Calle 30, per se por las aceras de la sufrida ciudad, siempre molestando -rozando- a los paseantes -especie en el punto de mira de Gallardón, cuyo modelo de actuación en su etapa de alcalde ha sido Saigón -también Taiwán-, es decir, una guerra, donde los vehículos de dos ruedas ocupan con derecho propio aceras sin bordillos para subir allí donde se puede incordiar, putear, al paseante porque piensan que tiene trabajo, pues parece que va tirando un pie tras otro y no gasta energía adicional en darle al pedal con ahínco ecológico. Seguidamente, ahora, A. R. Gallardón ‘abandona’ la alcaldía para irse al Ministerio de Justicia a redactar la Ley de la Bicicleta camuflada, pensamos, en el eufemístico ‘Estatuto de la Víctima’.

De entrada el ‘Estatuto de la Víctima’ que promete Gallardón suena a que al paseante le será restituido su espacio para que pueda caminar a sus anchas por las aceras, como siempre ha ocurrido en España -Madrid para el caso de Gallardón-, país donde no se entendía de civilidad anglosajona que iguala al hombre y a la máquina -la bici y el ciudadano fiscalizado- que conviven, cohabitan, hacen el amor, en sus aceras, con sus pinreles y sus pedales, con sus señoritas guapas y sus chicos altos circulando por sus aceras, ya sea en bicicleta, ya sea por la fuerza motriz de un ‘pie’, la medida de todas las cosas por allá. La medida de todas las cuestiones en nuestro solar patrio es el ‘pinrel’. Un descubrimiento para la Generación Mejor Preparada de la Historia cuando ha viajado y ha visto a los nativos del mundo lucirlos, y, entonces, los chicos españoles han decidido airearlos, sacarlos del armario como reivindicación del respeto por el Medio, por el Ecosistema, en solidaridad con el mundo globalizado por la chancleta.
Nos tememos que el ‘Estatuto de la Víctima’ será para que el Sujeto Mejor Preparado de la Historia a fuerza de pinrel se ‘deslice’ por un país que no le hace carriles, que no le da carriles, donde es Víctima del Paseante, que le increpa, y por eso él le putea:

-Perdone, pero usted circula en bici por la acera y no hay carril.

-He estudiado un máster y la calle es mía.

-Veo que me quiere atropellar.

-Deje paso he tocado el timbre.

-¡Vaya educación!

-Las protestas a Gallardón.

Vida gallardoniana

Ancho Taiwán

Escuchando chunda chunda chunda

Amplio carril

Pobrecita

Pobre

La bicicleta que espera

El humanismo de la bici

Por dónde paso

En espera de la Ley de la Bicicleta

Silla para esperar la Ley de la Bicicleta

Nocturnidad

Bicicletas haciendo la calle

Por la bici al humanismo

Tocando el timbre

Ahí

Yo y yo

Barandilla protectora para verlas venir


Pinrelada

La silla de Morante

Culé

Los feos

Cuna de futura víctima