miércoles, 17 de noviembre de 2010

Las cosas de Melquiades, el esquilador (XVI y final de la Primera Parte)



LA ÚLTIMA VEZ QUE VI A MELQUIADES

Francisco Javier Gómez Izquierdo

La última vez que vi a Melquíades fue hace dos años. Se presentó en mi pueblo de la Sierra de la Demanda como siempre. De repente.

-Me han dicho que estabas por Burgos. Estoy esquilando por Villusto y he venido a verte, majo, que hace años que no te veo.

-¿Vive aún alguien en Villusto?


Esquilando en Navarra

Le propuse ir hasta Moncalvillo a saludar al tío Benito, el centenario que se nos fue este último San Pedro, y en el camino hicimos mucha referencia a los amigos y nos olvidamos de nosotros mismos. Nos acompañaba más gente, y no pudimos hablar lo que hubiéramos querido, pues toda la concurrencia se turnaba en preguntarle por sus viajes, por sus ovejas y por el Arte de Amar.

Esquilando con los ojos vendados

De lo que he puesto en Salmonetes... sobre Melquíades se ha de tener todo por cierto, y de muchas más andanzas que me han contado de él prefiero certificarlas de sus propios labios. No puedo aventurar cuándo será el día, pues es hombre muy ocupado y en continua trashumancia. No sabe lo que es interné, y el teléfono móvil que me ha facilitado un ganadero de mi pueblo al que le esquila el rebaño está siempre apagado, pero hago propósito de localizarle físicamente el año próximo y pasar unos días juntos. Procuraré satisfacer la curiosidad de los que han seguido las peripecias del héroe e indagaré si son ciertas muchas más que se le atribuyen.

Melquiades, el año pasado

De su espectacular evolución en el esquileo da fe su cabellera . Ayer, de apache Chiricagüa en sus inicios en las montañas navarras. Hoy, de senador ilustre en su discurso ante la atenta vecindad de Salgüero.

En la Fiesta del Esquileo se le puede encontrar la segunda semana de julio. Trae esquiladores capaces de dejar sin lana a la oveja con los ojos vendados y perros que manejan las ovejas mejor que muchos pastores. Es todo un catedrático en lo suyo y así lo reconocen los que están en el oficio. Es Melquíades, del que nos falta mucha biografía.

Ovejas sin lana y perro sabio

Introducción
Capítulo I. La fiesta de Melqui
Capítulo II. ¿Son las ovejas más tontas que las personas? Video
Capítulo III. "Segovianos, segovianos, / somos gente cocinera..."
Capítulo IV. "Soy Javier Rupérez y me acaban de liberar"
Capítulo V. Cuando volvió a Burgos a mirar 'lo de la mili' lo hizo vestido de juglar
Capítulo VI. "El Melqui es un rejoío. ¡Cómo guisa el recondenao!"
Capítulo VII. Melquiades, enamorado
Capítulo VIII. Melquiades en el nido del cuco feminista
Capítulo IX. Cocinando y en la procesión
Capítulo X. Dejad que los niños se acerquen a esquilar
Capítulo XI. Tres mil duros y un cordero al ganador de los bolos
Capítulo XII. Melquiades progresa con la dulzaina
Capítulo XIII. El amor se lleva a Francia a Melquiades
Capítulo XIV. Cómo Melquiades habla a veces como Jesucristo
Capítulo XV. Melquiades conoce el lujo camino de Nueva Zelanda