jueves, 27 de mayo de 2010

Clonación en Cataluña

Evo

Jorge Bustos

Alfonso Guardiola no tiene que ver con Josep Guardiola, pero el primero ha entregado las células de su semental para clonar al torito Got y el segundo acaba de entregar casi enterita su alineación al Combinado Autonómico o Roja, que es como hay que llamar a España para no herir las filias políticas de la mitad de sus jugadores. Pero no mezclemos el fútbol con la política, ni la inteligencia con Evo Morales. “¿Cómo un hombre que busca Justicia puede ser ajusticiado?", se pregunta Evo desde el interior de su poncho, tras estrechar tembloroso de dicha la (larga) mano del doctor Garzón, que no come pollo. Hay bolivianos que no salen de esta paradoja como hay catalanes que incurren en esta otra: 62 articulistas –teóricamente oficio en el que uno persigue la distinción y la rubrica– se diluyen en la unanimidad de un pensamiento tan clónico y enjuto como el mismo Got, a cuenta del tabarrón estatutario: “Mientras otras democracias del mundo desarrollado se esfuerzan en resolver su convivencia multinacional a través del reconocimiento constitucional de su pluralismo nacional interno y de varios modelos federales de autogobierno y de gobierno compartido, España corre el serio peligro de…” etcétera. Uno va trompicándose sobre las aristas de prosa tan peñascosa y se explica por qué nadie se anima a reconocer la paternidad de la criatura. Propongo una acepción nueva para el adjetivo “gótico” como derivado de Got: así, un periodista sería gótico al clonar editoriales o artículos frankensteinianos y echarlos a andar. No tengo nada contra Pilar Rahola, aunque opino que sus mejores artículos son los colectivos, pero resulta decepcionante que algunos catalanes que se arrogan el colmo de la catalanidad reivindiquen el pluralismo político imponiendo el uniformismo editorial. Claro que si Piqué representa a España, un indigenista se aloja en un cinco estrellas y el primer toro de lidia clónico lleva nombre catalán, cuando en Cataluña se persigue la Fiesta, es que todo está permitido.

(La Gaceta)