martes, 20 de abril de 2010

MARTES, 20 DE ABRIL



"¡QUÉ BONITO!"

La otra tarde, cuando Manzanares tundía a derechazos "patrás" y "pafuera" a un pobre pilarico, el público maestrante remataba cada lance con un "¡qué bonito!" Nada del clásico "¡ole!" o del funcional "¡bien!", sino, llanamente, un "¡qué bonito!" En Madrid, a estos toreros del pico siempre hay un aficionado de los viejos que les grita "¡qué emoción!", pero con segundas. En Sevilla, sin embargo, lo decían todos, y lo decían en serio. Dos derechazos por el pico... y el de pecho, que tenía que ir a darlo a diez pasos, corriendo como quien cruza un paso de cebra con el semáforo que se cierra. Y la gente: "¡Qué bonito!" Pues eso: que qué bonito que ya no se pique con el caballo, sino con la muleta. Y, bien mirado, ¿por qué matar a los bichejos? Sólo sirve para privarse de orejas.

Ignacio Ruiz Quintano