domingo, 12 de julio de 2009

LA MADUREZ

CONVERSACIÓN



Por Pepe Cerdá


Converso con un amigo que padece un cáncer bastante grave, y en el transcurso de la charla me dice:

–Lo malo de los moribundos es que se creen seres especiales. Es ridículo el modo en el que a menudo hacen ostentación de su enfermedad. Yo me empeño en no hacer el ridículo y procurar ser el que fui hasta el último instante. Además, créeme que esto que me ocurre no es nada excepcional; a ti también te ocurrirá.

Cavilo tras la charla con él que eso que llamamos madurez consiste básicamente en tener la mayoría de la vida vivida y en asumir con naturalidad la derrota y el fracaso. Desde la inmensa sacudida que le da a mi amigo la inmediatez de su probable muerte, ha tenido la gentileza de charlar un rato conmigo de igual a igual, haciéndome saber que él, por moribundo, no es distinto a mí; es más: haciéndome saber que todos somos moribundos por el mero hecho de haber nacido. Haciéndomelo saber mirándome a los ojos como sólo lo saben hacer los que saben que quizás ésa sea nuestra última conversación.